Home » Banca »

DEPÓSITOS A PLAZO FIJO: UNA INVERSIÓN SEGURA EN ESPAÑA

Aprende cómo los depósitos a plazo fijo en España pueden ayudarte a rentabilizar tus ahorros de forma sencilla, con tasas fijas, respaldo legal y sin riesgos innecesarios.

¿Qué son los depósitos a plazo fijo?


En España, los depósitos a plazo fijo son uno de los productos bancarios más tradicionales y accesibles para quienes buscan seguridad y rentabilidad sin complicaciones. Se trata de una inversión en la que entregás una suma de dinero a una entidad financiera durante un período de tiempo pactado, y a cambio obtenés una rentabilidad fija, establecida al inicio del contrato.


Son ofrecidos por bancos y cajas autorizadas por el Banco de España y supervisados por la CNMV. Estos depósitos permiten a los usuarios tener la certeza de cuánto van a ganar, ya que la tasa de interés permanece invariable durante toda la duración del contrato, independientemente de lo que ocurra en los mercados.


Características clave:


  • Moneda: En euros, aunque algunos bancos ofrecen opciones en dólares o libras esterlinas para perfiles más sofisticados.

  • Monto mínimo: Depende del banco. Algunos productos comienzan desde tan solo 1.000€, aunque los mejores tipos suelen requerir importes mayores.

  • Plazos variados: Desde 1 mes hasta 5 años. A mayor plazo, mayor suele ser la rentabilidad ofrecida.

  • Tasa fija: El tipo de interés queda definido desde el principio, lo que te permite saber cuánto ganarás.


Todos los depósitos a plazo están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos español (FGD), que cubre hasta 100.000€ por persona y por entidad. Esto proporciona una tranquilidad adicional a los ahorradores que priorizan la protección del capital frente a posibles riesgos del sistema financiero.


Si buscas una opción conservadora, predecible y respaldada por el sistema bancario, los depósitos a plazo fijo siguen siendo una de las elecciones más estables dentro del mercado español.

Ventajas y desventajas del depósito


Los depósitos a plazo fijo en España ofrecen ventajas concretas, especialmente para perfiles conservadores. Sin embargo, también presentan algunas limitaciones que es importante tener en cuenta antes de contratar uno.


Ventajas más destacadas:


  • Seguridad total: Están respaldados por el FGD hasta 100.000€, lo que protege el capital invertido incluso si el banco quiebra.

  • Rentabilidad fija: Desde el inicio conocés cuánto ganarás. No hay sorpresas ni dependencia del mercado.

  • Fácil contratación: Podés abrir un depósito desde el home banking, en oficina o incluso por app, sin trámites engorrosos.

  • Sin conocimientos técnicos: No necesitás experiencia financiera para usarlos, ni hacer seguimiento constante.


Desventajas a considerar:


  • Liquidez limitada: El dinero queda inmovilizado hasta el vencimiento. Si lo sacás antes, perdés parte o la totalidad de los intereses.

  • Rentabilidad baja: En muchos casos, la tasa ofrecida apenas supera la inflación, especialmente en plazos cortos.

  • Riesgo de oportunidad: Si las tasas de mercado suben después de abrir el depósito, te quedarás con un rendimiento inferior al actual.


En general, los depósitos a plazo fijo funcionan bien como reserva de valor o herramienta de diversificación en carteras conservadoras. Para objetivos de rentabilidad más ambiciosos, conviene combinarlos con otros instrumentos financieros.

Con respaldo legal y reglas claras, los depósitos a plazo siguen siendo una opción valorada por los ahorradores.

Con respaldo legal y reglas claras, los depósitos a plazo siguen siendo una opción valorada por los ahorradores.

Tipos de depósitos a plazo


El mercado español ofrece una variedad de depósitos a plazo fijo que se adaptan a distintos perfiles de inversión. Conocer las diferencias entre ellos puede ayudarte a maximizar el rendimiento sin asumir riesgos adicionales.


  • Depósito tradicional: Invertís una cantidad durante un plazo fijo y obtenés el capital más los intereses al vencimiento. Es la opción más habitual.

  • Depósito con liquidación anticipada de intereses: Algunas entidades permiten recibir los intereses por adelantado, al inicio de la operación.

  • Depósitos con renovación automática: Se renuevan al vencimiento por el mismo plazo con las condiciones vigentes, salvo que indiques lo contrario.

  • Depósitos online: Muchos bancos ofrecen mejores tasas si abrís el depósito por internet, ya sea desde el portal web o una app.

  • Depósitos combinados: Parte del dinero va a plazo fijo y otra parte a un fondo o producto estructurado, buscando un equilibrio entre seguridad y rentabilidad.


A la hora de elegir, compará siempre la Tasa Anual Equivalente (TAE), los plazos disponibles, la liquidez del producto y si hay comisiones asociadas. Elegir el depósito adecuado puede ayudarte a proteger tu capital sin complicarte la vida.

INVERTIR EN ACCIONES INTERNACIONALES